n la actualidad, el término “SEO” ha ido cobrando cada vez un protagonismo mayor en el mundo del marketing digital; se trata de “Search Engine Optimization”, práctica que busca posicionar el contenido de una web en Google y otros buscadores digitales.
A diferencia del contenido patrocinado (“SEM”), este posicionamiento se logra de manera orgánica -es decir sin invertir dinero de manera directa en anuncios- y puede comenzar a mostrar resultados recién a los seis meses.
¿Vale la pena implementar esfuerzos en esta estrategia de largo aliento?